No se que siento más, emoción o tristeza. Emoción por una nueva etapa, de las que soy fan, o tristeza por los sacrificios que tengo que hacer en este momento de mi vida. He tratado de afrontar este reto con alegría, sin esa nostalgia exagerada que uno usualmente lee en este tipo de post. Obviamente extrañare a mi país, extrañare las personas que están en él, extrañaré a mi familia, a mi mamá, a mi novia pero todas estas personas me han enseñado y me han casi obligado a ver esto con el mayor optimismo posible, sabiendo que al menos a las dos más importantes de esa lista, no es un adios sino un "nos vemos dentro de poquito".
De a momentos me persigue el pensamiento de que me voy cuando mi país más necesita gente que este dispuesta a echarle bolas, a tratar de que se vuelva a levantar, que lo estoy abandonando, que soy una traidora pero qué se puede hacer? Es ilógico pensar que una vida relativamente promedio sea posible en un lugar donde no puedes ni comprar medicinas, comida, papel toilet o cosas fundamentales para la vida del ser humano en sociedad, porque a pesar de lo que expresan lideres de ciertos partidos políticos, los pañales son necesarios, evitan enfermedades urinarias en los niños; las medicinas son necesarias, o si no mi mamá no tuviera un mes estando tirada en una cama porque la pastilla de la tensión no se encuentra en ningún lado; las pastillas anticonceptivas son necesarias, porque al aumentar la tasa de natalidad en el país aumentan las necesidades de esos pequeños individuos que no tienen la culpa de haber nacido en este desastre. Y como esas, muchas cosas más, algunas más necesarias para unos y menos necesarias para otros. Envidio a la gente que esta tan ciega para no ver que en este país ya no se puede vivir. Y vivir es necesario, en todos los aspectos que esa palabra abarca.
Así que, siendo sincera, ni siquiera soy capaz de nombrar todas las situaciones que me ayudaron a tomar la decisión de emigrar, podría culpar a mi falta de experiencia al escribir o que simplemente son demasiadas ya para contar. El fin de la historia resulta el mismo: mi familia se separa por culpa de un grupo de mandatarios que en 16 años lograron destruir todo lo que era bueno de Venezuela. Por culpa de esos comandantes mi mamá se queda sin sus hijos y sin sus nietos, preguntándose y preguntándome todas las noches "niña, nos volveremos a ver, verdad?". También me separa de mi novia y de su familia, a quienes considero mi familia también, ese día a día se basa en "me haces falta" y el sentimiento de que cada día extrañandola será peor que el anterior hasta que nos podamos reunir otra vez.
¿Quién le dio tanto poder a este gobierno de, no sólo destruir un país hasta sus cimientos, sino de destruir familias y personas? No lo entiendo.