sábado, 10 de octubre de 2015

Primera Semana Fuera de Venezuela.

Vacaciones vs Vivir. Que difícil resulta eliminar la imagen de vacaciones cuando la finalidad de tu viaje es totalmente diferente. Llegamos a Miami, donde están, en la misma situación que nosotros, el mejor amigo de mi hermano y su esposa, por lo que surgieron obligaciones de relaciones sociales que no pudieron eliminarse pero que al mismo tiempo saco a colación el problema número uno de salir del país: dinero, dinero, dinero. El dinero y alcanzar lo poco que uno pudo reunir puede atormentarte hasta que no tienes nada más en que pensar. No me paso pero a mi hermano si, el lleva a cuestas a su esposa, a sus dos hijos y a su hermana. No debe ser fácil y lo entiendo pero he tratado de hacerle ver el lado positivo. Por ahora es lo único que puedo hacer que siento que ayuda.

Tengo que decirlo, irse a Miami tiene que ser una vaina demasiado arrecha, si disculpan mi francés. En Miami conseguir trabajo es ARRECHISIMO. Alquilar algo es ARRECHISIMO. Todo es caro, desde la gasolina hasta los hoteles. 900$ gastados solo en visitar a unos panas. Menos mal no dependía de mi porque la verdad, se hubieran quedado esperando.

Logramos llegar a Atlana, después de tres días intentando encontrar pasaje, gracias de nuevo al gobierno venezolano que nos elimino el cupo electrónico que permitía comprar pasajes aunque uno no estuviera aquí. Que felicidad. Nos quedamos en casa de unos amigos, sólo imagínense un apartamento de una habitación con diez personas adentro. No es fácil pero es gratis. Punto para el apartamentico. Además, logramos alquilar en la misma urbanización en la que nos estamos quedando, así que también es favorable. 920$ por dos habitaciones y un baño vs 1200$ por lo que paga el amigo de mi hermano por una caja de fósforo en la que caminando te tropiezas con las paredes. Otro punto para el apartamento.

En fin, como dije anteriormente no es fácil. Pero aquí estamos, "en la lucha con rodilla en tierra" jajajaja.

-Manu


martes, 6 de octubre de 2015

Despedida en el Aeropuerto.

Mi salida no tuvo cuadritos de colores en el piso que resulta ser una obra de arte de un venezolano super arrecho del que no se ni el nombre. Mi salida del aeropuerto fue de una ciudad menos concurrida pero eso no le quita el dolor ni el peso a lo que hice hoy. Despedir a tu mamá y abrazarla mientras te dice "No llores, esto es para tu bien, no llores" ha sido lo más difícil que he tenido que hacer en mi vida.

Esto será corto y sencillo: irte de tu país es una mierda.

sábado, 3 de octubre de 2015

Nostalgia Improvisada de Emigrante.

No se que siento más, emoción o tristeza. Emoción por una nueva etapa, de las que soy fan, o tristeza por los sacrificios que tengo que hacer en este momento de mi vida. He tratado de afrontar este reto con alegría, sin esa nostalgia exagerada que uno usualmente lee en este tipo de post. Obviamente extrañare a mi país, extrañare las personas que están en él, extrañaré a mi familia, a mi mamá, a mi novia pero todas estas personas me han enseñado y me han casi obligado a ver esto con el mayor optimismo posible, sabiendo que al menos a las dos más importantes de esa lista, no es un adios sino un "nos vemos dentro de poquito".

De a momentos me persigue el pensamiento de que me voy cuando mi país más necesita gente que este dispuesta a echarle bolas, a tratar de que se vuelva a levantar, que lo estoy abandonando, que soy una traidora pero qué se puede hacer? Es ilógico pensar que una vida relativamente promedio sea posible en un lugar donde no puedes ni comprar medicinas, comida, papel toilet o cosas fundamentales para la vida del ser humano en sociedad, porque a pesar de lo que expresan lideres de ciertos partidos políticos, los pañales son necesarios, evitan enfermedades urinarias en los niños; las medicinas son necesarias, o si no mi mamá no tuviera un mes estando tirada en una cama porque la pastilla de la tensión no se encuentra en ningún lado; las pastillas anticonceptivas son necesarias, porque al aumentar la tasa de natalidad en el país aumentan las necesidades de esos pequeños individuos que no tienen la culpa de haber nacido en este desastre. Y como esas, muchas cosas más, algunas más necesarias para unos y menos necesarias para otros. Envidio a la gente que esta tan ciega para no ver que en este país ya no se puede vivir. Y vivir es necesario, en todos los aspectos que esa palabra abarca.

Así que, siendo sincera, ni siquiera soy capaz de nombrar todas las situaciones que me ayudaron a tomar la decisión de emigrar, podría culpar a mi falta de experiencia al escribir o que simplemente son demasiadas ya para contar. El fin de la historia resulta el mismo: mi familia se separa por culpa de un grupo de mandatarios que en 16 años lograron destruir todo lo que era bueno de Venezuela. Por culpa de esos comandantes mi mamá se queda sin sus hijos y sin sus nietos, preguntándose y preguntándome todas las noches "niña, nos volveremos a ver, verdad?". También me separa de mi novia y de su familia, a quienes considero mi familia también, ese día a día se basa en "me haces falta" y el sentimiento de que cada día extrañandola será peor que el anterior hasta que nos podamos reunir otra vez.

¿Quién le dio tanto poder a este gobierno de, no sólo destruir un país hasta sus cimientos, sino de destruir familias y personas? No lo entiendo.

domingo, 27 de septiembre de 2015

¡En la nalga no!

En esta entrada les contare la terrible experiencia de sacarse la tarjeta de vacunación, y, según su nombre oficial, el "Certificado Internacional de Vacunación." Si hubiera sido por mi y mi fobia a las agujas, les juro que ni por todo el helado del mundo hubiera hecho el tramite, pero por información que nos ha dado amigos que tenemos en Atlanta, es super importante y te lo piden para poder trabajar. Mi peor pesadilla hecha realidad.

Primero me dijeron que en el hospital (al menos en el de Porlamar) te vacunan gratuitamente pero no emiten la Tarjeta Internacional, es decir, es inútil. Luego me contaron que en la sanidad de cada municipio te vacunan, te dan las dos tarjetas y hasta un abrazo, así que ese lugar era nuestro objetivo, hasta el momento ni había pensado en la aguja. MUCHO MENOS QUE IBAN A SER TRES.

Tengo que decirlo, la señora tenia la mano suavecita pero que te pinchen los dos brazos y luego una nalga es un acto que va en contradicción a mi derecho natural de la integridad humana, cuya protección esta planteada en la Declaración de los Derechos Humanos, en la Carta Iberoamericana de los Derechos del Hombre y en la Constitución. Todas esas palabras para decir que me dolió y mucho. En fin, para tal catástrofe contra mis derechos y garantías sólo necesite mi cédula, me acerque a la oficina, dije que necesitaba la tarjeta internacional y luego de ser torturada me mandaron a la Dirección General de Epidemiología (que usualmente se encuentra en la misma Sanidad) y ellos emiten la Certificación.

ES IMPORTANTE ESTA PARTE, ESTÉN ATENTOS: NO SE DEBE PLASTIFICAR ESTOS CARTONCITOS. NO. NO LO HAGAS. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. Y otra cosa importante: la validez de estas vacunas es de por vida aunque la Certificación Internacional es válida sólo por 10 años y para solicitarla de nuevo es necesario presentar la Tarjeta de Vacunación en buen estado o ir a la misma oficina de Sanidad, así que a cuidar su cartón.

Nueve días, pequeños saltamontes. Nueve días para salir de este desastre.

-Manu

sábado, 26 de septiembre de 2015

Venezolana emigrante (una más del montón).

Algunos me conocerán de mi otro blog, la mayoría no, ni siquiera se si alguien leerá esto en algún momento, que sólo es el resultado de una noche sin dormir. En fin, como la mayoría de las personas de mi edad (sólo tengo 22, soy una bebé), mi objetivo a corto plazo es salir de un país en el que cualquier se vuelve loco. Escasez de comida, violencia, estrés, inseguridad; ya todo forma parte de nuestro día a día. Ya podríamos decir, al menos en mi caso, que el caos es parte de mi forma de vida. Así funcionan las cosas en Venezuela.

E, igualmente, como la mayoría de las personas de mi edad, se me ha dado la oportunidad de emigrar. Lo se, resulta extraño si no resides en Venezuela entender como una persona prefiere ir a otro país totalmente diferente que tal vez ni conoce, sólo para literalmente comer cable y pasar roncha; pero creanme. Es una decisión difícil, dura, que duele, porque son tus raíces. Unas raíces desastrosas, pero a fin de cuentas, es el suelo del que nací.

Así que así comienza esta aventura (y no me refiero al blog). Emigrar a Atlanta dentro de 10 días. En estos días que me quedan en Venezuela me toca ir a sacar mi tarjeta de vacunacion internacional, apostillar documentos, empacar, sentir nostalgia y pues llegar. Sientanse bienvenidos a leer, reirse y darme apoyo moral en este proceso. Prometo a cambio subir fotos mías cuando este llorando a morir en el vuelo saliendo.

-Manu.